ERP significa Planificador de Recursos Empresariales. Es una evolución que surgió del mundo de la producción. Primero se planificaron los materiales por medio del MRP (Planificación de Requerimiento de Materiales), esto llevó a la necesidad de planificar también los recursos de manufactura y se creó el MRP 2. De lo anterior surgió la idea de planificar todos los recursos necesarios en la empresa y se diseñaron los ERP.
Pues bien, parece que los ERP están para todos los departamentos de la empresa menos para producción, donde, precisamente, los requerimientos de planificación y los modelos de cálculo matemáticos son los más complejos.
Con el protagonismo de los financieros en las empresas, los ERP se han destinado al aporte de datos e información a los servicios corporativos, es decir, al control. Y no es que esto sea malo, pero es insuficiente. El control es una función totalmente necesaria dentro del ciclo de gestión, pero para que tenga sentido, primero tiene que haber planificación y así poder comparar lo planificado con los resultados reales.
Si quienes leen los resultados no tienen visión de todo el sistema, entonces no entenderán que para que los resultados sean los deseados, tiene que haber un trabajo de planificación de las operaciones que las hagan predecibles. Es decir, que para leer buenos efectos hay que dedicar mucho tiempo a las causas y, con la nueva tendencia financiera, esto está desatendido. De hecho, puedes ver en fábricas en las que se manejan muchísimos datos cómo los responsables de producción tienen que arreglárselas con hojas de cálculo imposibles.
Pero el problema no está solo en el sobresfuerzo que hay que hacer para planificar, sino en las limitaciones que una hoja de cálculo y que el tiempo que hay que dedicarle generan. Entonces, sencillamente, se dejan de planificar ciertos parámetros que son necesarios y se tiene que recurrir a modelos de cálculo que no optimizan los recursos ni los stocks ni los plazos de entrega.
A esto añadamos que el departamento de sistemas se cree un fin en sí mismo y que olvida que es una función de soporte, de manera que subordina las operaciones al sistema informático, cuando debería ser al revés.
Insistimos, quienes crean esta situación es porque no saben los perjuicios que están ocasionando. Dirigir es PLANIFICAR, SUPERVISAR Y CONTROLAR PARA LUEGO MEJORAR. Y los financieros se centran solo en el control, por eso te fríen a informes. Pero esto es como darle más importancia al velocímetro del coche que al funcionamiento y regulación del motor.